Si buscas tranquilidad y naturaleza, no puedes perderte la Playa del Pebret en Benicàssim, con su ambiente sereno y dunas protegidas. La Cala del Moro, cerca de Alcossebre, ofrece aguas cristalinas rodeadas de acantilados. Y la Playa de Nules, menos concurrida, es perfecta para desconectar y disfrutar del Mediterráneo en calma.

Visita el Mercat Central de Castelló, donde encontrarás productos frescos y locales. En Vilafamés, los restaurantes tradicionales sirven platos como la olleta castellonense y arroces al estilo mediterráneo. También merece la pena acercarse a Peñíscola para probar su famoso suquet de pescado frente al mar.

El Parque Natural de la Sierra de Espadán te ofrece rutas entre bosques de alcornoques y molinos antiguos. La subida al Penyagolosa es imprescindible para los amantes del senderismo y las vistas panorámicas. También destacan los caminos de la Ruta de los Castillos, que conectan pueblos históricos rodeados de naturaleza.